Julio Cortázar, nacido el 26 de agosto de 1914 en Bruselas, Bélgica, y fallecido el 12 de febrero de 1984 en París, Francia, es uno de los escritores más influyentes de la literatura latinoamericana y mundial. Su obra, marcada por un profundo cuestionamiento existencial y técnicas narrativas experimentales, ha dejado una huella imborrable en la literatura del siglo XX.
De Argentina a París: Un Viaje de Insatisfacción y Búsqueda
Hijo de padres argentinos, Cortázar fue educado en Argentina, donde trabajó como profesor de secundaria y traductor. En 1951, publicó su primera colección de cuentos, **Bestiario**, el mismo año en que decidió mudarse a París, impulsado por su descontento con el gobierno de Juan Perón y la percepción de estancamiento en la clase media argentina. París se convirtió en su hogar definitivo, aunque nunca perdió sus lazos con Argentina, tanto en lo cultural como en lo político. En 1981, recibió la ciudadanía francesa, sin renunciar a la argentina.
Los Primeros Éxitos Literarios
En París, Cortázar continuó desarrollando su carrera literaria con la publicación de nuevas colecciones de cuentos. **Final del juego** (1956) y **Las armas secretas** (1958) consolidaron su reputación como un maestro del cuento. En este último libro, se encuentra el relato **“El perseguidor”**, que presenta a un personaje que encarna muchas de las preocupaciones centrales de Cortázar: la angustia metafísica, la búsqueda de la perfección artística y la dificultad de aceptar el paso del tiempo, así como el rechazo a los valores del siglo XX. Otro cuento notable, **“Las babas del diablo”**, sirvió de inspiración para la película *Blow-Up* (1966) de Michelangelo Antonioni.
Rayuela: La Obra Maestra
El legado de Cortázar alcanzó su cúspide con la publicación de **Rayuela** en 1963. Esta novela, que se puede leer de múltiples maneras según las instrucciones del autor, revolucionó la narrativa tradicional y es considerada una de las primeras obras del "boom" de la literatura latinoamericana en captar la atención internacional. *Rayuela* no es solo un "antinovela", sino también una exploración profunda de la existencia, el amor y la búsqueda de sentido en un mundo caótico.
Otras Obras Importantes
Además de *Rayuela*, Cortázar escribió otras novelas significativas como **Los premios** (1960), **62: modelo para armar** (1968), y **Libro de Manuel** (1973). También se destacó en el ámbito del cuento, con colecciones como **Historias de cronopios y de famas** (1962), un conjunto de relatos lúdicos y humorísticos, y **Todos los fuegos el fuego** (1966), que reafirmaron su versatilidad y talento narrativo.
En sus últimos años, Cortázar siguió explorando nuevos territorios literarios con obras como **Un tal Lucas** (1979) y **Queremos tanto a Glenda, y otros relatos** (1981). Su producción literaria también incluyó poesía, teatro y numerosos ensayos, consolidándolo como un escritor multifacético.
Un Legado Inmortal
Julio Cortázar no solo dejó un legado literario excepcional, sino que también influyó en generaciones de escritores y lectores con su enfoque innovador y su capacidad para fusionar lo cotidiano con lo fantástico. Sus obras continúan siendo estudiadas y celebradas por su profundidad temática y su audacia formal, manteniendo viva la fascinación por un autor que desafió las convenciones literarias y exploró con maestría las complejidades de la existencia humana.
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